"Si no tiene descodificador surfire1 el apagf3n, el apagf3n viene, 3 dedas para el apagf3n, 2 horas, 1 minuto, corra, que le pilla el apagf3n. Puede quedarse sin televisif3n, la sef1al se va, nos la quitan, vivire1 en el prece1mbrico y sus amigos y sus hijos y sus nietos se reire1n de usted. Solo le queda vivir en el monte con las cabras, porque ya no sabre1 lo faltimo que se lleva, los maravillosos productos que anuncian en los me1s de treinta canales a disposicif3n del consumidor. Ni siquiera sabre1 si ya es o no primavera. Compre una tele de 32 pulgadas o quedare1 fuera de la sociedad, ased, de la noche a la maf1ana. Compre para ver la mejor calidad de imagen, perfectamente achatada. Se lo llevan avisando tres af1os y usted no atiende a razones. Aproveche sus impuestos. Si no, tendre1 que pagar a un te9cnico, ir a reuniones de vecinos o subir a la azotea a pasar fredo. Pero todo esto antes de que venga el apagf3n, porque despue9s no hay nada, un vacedo negruzco en su receptor...ased que tiene que ser antes, no un mes, una semana, o un deda despue9s, no, antes, ANTES. Porque si la poblacif3n se quedara un deda sin tele perderedamos miles de millones, casi los que nos hemos gastado avise1ndola, y seredamos el hazmerreir de Europa, el telf3n de acero analf3gico. Perderemos la ocasif3n de ver que9 ocurre si lo compre1semos una semana despue9s del apagf3n. Pero eso es cosa de hippies, econazis, frikis, y perdedores. No sea usted un perdedor...puede serlo, pero lejos de aqued."Algo que proviene del miedo, no puede ser bueno.